Resumen
Es común que el teatro que se desarrolla en los estados pase casi desapercibido en el resto de la república o que apenas se conozcan las obras cuando se presentan en festivales, encuentros o muestras nacionales de teatro, en las que un reducido número de trabajos provenientes de diversas entidades de la república son presentados ante un público, en su mayoría, familiarizado con las artes escénicas o formado por integrantes de las otras compañías participantes. Fue así, dentro de un festival, como conocí el trabajo de la creadora chiapaneca Petrona de la Cruz, cuya labor reivindica el espacio social que ocupan las mujeres indígenas y contribuye significativamente a la reformulación de un mundo más justo. De la Cruz utiliza el escenario como contenedor de la palabra y la acción, como medio de protesta, pero no como pretexto para una victimización.