Investigación Teatral. Revista de artes escénicas y perfomatvidad

DOI: 10.25009it.v15i26.2782

Sección Testimonio

Vol. 15, núm. 26, octubre 2024-marzo 2025

Centro de Estudios, Creación y Documentación de las Artes, Universidad Veracruzana, México

ISSN: impreso 1665-8728 ׀׀ electrónico 2594-0953

De los pies a la escena: el proceso creativo de una pieza de danza inspirada en la mitología japonesa

From the Feet to the Stage: The Creative Process of a Dance Piece Inspired in Japanese Mythology

Raúl de Jesús Vázquez Sánchez*

Facultad de Danza, Universidad Veracruzana, México, e-mail: holaraul.art@gmail.com, 0009-0009-7610-8791*

Resumen:

El presente testimonio expone el proceso para la realización del unipersonal coreográfico Camino a la tierra de Yomi. Se hace un recuento de las influencias japonesas que potenciaron el germen de la idea y el camino seguido hasta su culminación.

Palabras clave: unipersonal; coreografía; Japón; proceso creativo; mitología.

Abstract:

This testimony discusses the creative process for the creation of the choreographic the authors’ solo piece Camino a la tierra de Yomi (The Road to Yomi’s Land). The article presents the Japanese influences from which the piece’s idea originated, and what paths were taken in order to stage the performance.

Keywords: solo; choreography; Japan; creative process; mythology.

Recibido: 15 de diciembre de 2023 Aceptado: 03 de julio de 2024

Desde que me desperté en el hospital Siento un ritmo todo el tiempo. Es una canción lejana, que retumba en todas las cosas[…] ¿Puedes sentirla tú?, porque a mí me va a reventar por dentro (Vermut, 2018, 16:59).

Introducción

En 2022 realicé un unipersonal coreográfico titulado Camino a la tierra de Yomi, mismo que fue resultado de mis estudios en la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana. A continuación expongo el proceso que seguí para realizar la pieza. Hago recuento de los aspectos detonantes que favorecieron su creación y doy cuenta de la investigación que ayudó a fundamentar el proceso realizado. Había pasado algún tiempo sin que la fuerza de la inspiración creativa azotara mi mente. Pero ese día llegó y quienes son creadores entenderán cuando hablo de esa imperiosa necesidad, ese latido extraño e insondable que nos lleva a movilizarnos en pos de lograr una pieza escénica.

Decidido como estaba, me tomé un tiempo en silencio para escuchar la voz que latía en mi interior. Su cauce desembocó en un interés profundo y olvidado por mí: la mitología japonesa. Con los seres fantásticos y mitológicos, me encontraba en terreno propicio para llegar a lo que para mí significa la danza: llevar al público a mundos nuevos e imaginarios.

Mitología y seres fantásticos del Japón

El primer referente que tenía sobre Japón eran las series de anime: caricaturas animadas del país del sol naciente. Estas series me acompañaron en mi niñez y fueron grandes referentes y potenciadores imaginativos mientras crecía. Con respecto a la mitología, tema principal que traté en mi unipersonal, es común que una gran variedad de estas series tenga, dentro de sus personajes y tramas, representaciones de la mitología, folclore, seres sobrenaturales, festivales o leyendas que forman parte de la ficción de la historia que las compone (Gil, 2020, p. 414).

Una de película japonesa que inspiró inicialmente la creación de este unipersonal fue Kimetsu no Yaiba Mugen Ressha-hen (Sotozaki, 2020). La película es una entrega especial de la serie Kimetsu no Yaiba, cuya premisa es la siguiente: en un mundo donde los demonios asedian a los habitantes de Japón existe un batallón de cazadores de demonios, institución auspiciada por un patrón de nombre Kagaya Ubuyashiki. Tras una batalla, uno de los fuertes (cazadores superiores), pierde la vida contra un demonio muy poderoso, pero logra cumplir con su deber al salvar a todos los civiles en peligro. Al llegarle la noticia a Ubuyashiki , éste menciona:

¿Entonces las 200 personas… no murieron gracias a una sola? Ese Kyojurou sí que trabajó duro. Fue un niño increíble. No estará solo, no seguiré con vida mucho tiempo. En poco tiempo, Kyojurou y todos aquí... se dirigirán a la tierra de Yomi (Sotozaki, 2020, 1:51:30).

Me intrigó saber cuál era la tierra de Yomi, cómo sería y por qué todos nos dirigimos hacia allá, así que me dediqué a investigar. Para definir el Yomi es importante hablar primero del sintoísmo o shintō, la religión nativa de Japón. Traducida como “camino de los dioses o espíritus”, tiene la idea de que todas las cosas de la naturaleza poseen alma. Es por ello que se puede venerar a una roca, a los árboles o a algo que tenga un atributo sagrado, ya que son representaciones de dioses o kami (Reche, 2018, p. 5).

El origen del Yomi da cuenta de un compendio de mitos provenientes del sintoísmo que fueron los primeros esfuerzos por dejar escrita la historia de Japón llamado Kojiki o Crónicas de antiguos hechos, escrito a principios del siglo VIII (Santa, 2018, p. 15). En el mito de la creación del sintoísmo también hallamos el origen del Yomi, en la historia de Izanagi e Izanami, dioses fundadores que engendraron las islas niponas y a las subsecuentes deidades. Al dar a luz al dios del fuego, Izanami muere. Izanagi emprende una búsqueda de su amada Izanami en la tierra del Yomi esperando recuperarla. Al encontrarse con ella, ésta le dice que para regresar juntos al mundo terrenal debe salir del inframundo por el mismo camino por el que ha llegado, sin voltear a ver nunca su rostro. Izanagi rompe esta condición y emulando una ruta similar a la del mito de Orfeo, huye despavorido del Yomi, tras el impacto de ver a su mujer en estado de putrefacción, y se da una cruenta persecución por criaturas del inframundo, hasta lograr escapar. Una vez fuera, lava su cuerpo, lo que da origen a todas las criaturas del mundo (Eliade, 1967, pp. 106-107). Es relevante aclarar que la noción de Yomi o inframundo es muy distinta a la que tenemos en Occidente. En el sintoísmo no se concibe una idea de infierno. El Yomi-no-Kuni es simplemente un lugar donde prevalecen las sombras, bajo tierra (De la Peña, 2022, pp. 41-42).

Los Yokai

Es complejo seguir el origen de estos fantasmas, pues muchos de ellos fueron adoptados de las religiones budista y taoísta, provenientes de India o China; por ello, casi todos los demonios o seres fantasmales en Japón son de origen extranjero. Sin embargo, los japoneses les dieron una forma muy distinta de la que existe en estos países (Anesaki, 1947, p. 84).

En primer lugar, la palabra Yokai puede ser traducida de distintas maneras: monstruo, espíritu, demonio, espectro o ser fantástico. Morales (2020) menciona que, “al ser tan variados, no se puede hablar de ellos como seres benévolos o malévolos, puesto que algunos son simpáticos y divertidos, mientras que otros son grotescos y amenazadores” (p. 6).

El paraje que me hizo pensar en utilizar esta figura como inspiración fue la historia del “desfile nocturno de los 100 demonios”: durante las noches de verano, un Yokai de nombre Nurarihyon dirigía un corro de demonios por las calles del Japón feudal. Durante estos episodios, la gente no podía salir de madrugada, pues morirían si se encontraran con el desfile (Antonio García Villarán, 2020, 4:29).

El guardián entre el centeno

Hasta entonces creía haber tenido todo bajo control en cuanto a este proceso. Sin embargo, sucedió algo que lo cambiaría todo: la muerte de un familiar querido. Un infarto fulminante borró de un solo golpe su existencia. Me sentía consternado, pensaba en que se encontraba solo y que nadie lo había acompañado a su última morada.

El destino me llevó a leer la novela El guardián entre el centeno.1 El protagonista, Holden Caulfield, habla de un sueño recurrente. Se imagina un campo de centeno al borde de un precipicio donde juega un grupo de niños. En lugar del tradicional espantapájaros está él en la orilla cuidando que no se desplomen. Este pasaje inspiró y dio forma final a mi unipersonal.

Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a dónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno […] (Salinger, 1978, p. 168).

En mi caso, esta idea derivó en la creación de un guardián del Yomi, un yokai que fuera amigable y de presencia tranquila. Un ser lleno de augurios, de calma y reposo eterno. De algún modo quería crear el personaje que me hubiese gustado condujera a ese familiar mío hacia su morada eterna.

Convertirse en espíritu con los pies y la respiración

Después de esta investigación, vino el proceso más difícil: crear movimiento. Uno de los objetivos del trabajo fue generar a un personaje desde cero; es decir, imaginar por completo su corporalidad, vestuario y personalidad. Así pues, me dispuse a buscar una pieza musical.

Acudí al maestro Baruch Ascensión en busca de orientación. Amablemente, el especialista en percusiones se ofreció a componer la música para mi unipersonal, cosa que me honró profundamente porque, desde que lo conocí, había soñado bailar con su música. Una vez trabajada la partitura musical, empecé por diseñar el aspecto exterior del personaje. Decidí que llevaría un sombrero de cultivar arroz para cubrir su cara, un kimono negro y una camisa de mangas abullonadas (ver Imágenes 1 y 2)./p>

Fotografía de Luis Raúl Chávez Mendoza.

Imagen 1: Raúl de Jesús Vázquez en Camino a la tierra de Yomi. Foro de Corpo-Espacio Danza, Xalapa, Veracruz, México. 2022. Fotografía de Luis Raúl Chávez Mendoza.

Imagen 2: Elementos de vestuario y utilería, Foro de Corpo- Espacio Danza, Xalapa, Veracruz, México. 2022.

Tras meses de dudas sobre cómo proceder, decidí escribir a la actriz y maestra Liliana Hernández, para que asesorara mi proceso. Sus consejos puntuales constituyeron mi metodología principal de trabajo:

La técnica transmitida por Liliana Hernández se origina de su trabajo con el maestro Abraham Oceransky, reconocido director teatral radicado en Xalapa. Dicha técnica fue desarrollada tomando fuentes diversas y sintetizándolas en un método y pedagogía concreta. Es difícil encontrar información al respecto, pues escasean los escritos sobre su método particular de entrenar actores. Su técnica habita en los “libros vivos” que han sido sus alumnos.

Nos centramos en el trabajo con los pies. En vez de crear una situación corporal de la cabeza (el pensamiento) hacia abajo, lo hicimos al revés: primero colocamos la intención en los pies y dejamos que subiera hasta la mirada, jugando con infinitas formas de modificar la planta de los pies, creando imágenes y llenándolas a la vez que aparecían. Previo a ello, hicimos un trabajo en el que todas las partes del cuerpo se habían vuelto dúctiles2 y habían permitido el flujo armónico de la energía por todo el cuerpo. Respecto al trabajo con los pies en la creación de configuraciones corporales, la actriz Roberta Carreri (1994) menciona en su obra Huellas en la nieve:

En la realidad cotidiana, nosotros usamos las manos y los pies de la manera más funcional según la ley del máximo efecto por el mínimo de esfuerzo. En la escena hay otra regla, por algo que refiere a la presencia del actor. Por lo que es muy importante encontrar otra manera de desplazarse en el espacio de manera no usual utilizando los pies.3

Otro teórico que escribe sobre el trabajo de los pies es Tadashi Suzuki. Centra su método para el entrenamiento de actores en la parte inferior del cuerpo y los pies. El trabajo con los pies es la prioridad del método Suzuki (Senda, 1998, p. 99). Los pies deciden la forma del cuerpo, así como la manera de mover los brazos y manos. Otros aspectos como la voz, el tono y matices dependerán también de los pies (Barba, 1990, p. 111).

Es complicado encontrar información sobre el trabajo enfocado en los pies como técnica interpretativa en el teatro y estas referencias aquí incluidas solo son ejemplos de lo que se puede aprender de teóricos teatrales, a la vez que son ecos de lo que he podido asimilar de las clases de la Facultad de Danza. Sin embargo, el manejo de la técnica del maestro Oceransky y la síntesis que comparte a su vez la maestra Hernández siguen caminos más profundos que involucran otras dimensiones del trabajo actoral.

Otro punto frecuente era pensar en la respiración. Mientras nos ejercitábamos, teníamos que pensar en la forma de respirar que tenía aquella situación. La maestra aseguraba que si hallábamos la respiración correcta y nuestro cuerpo se correspondía, la imagen aparecería por sí sola. De pronto, una colocación diferente de mis pies repercutió en todo mi cuerpo; hallé entonces el ritmo y la caminata del personaje. La respiración se hizo presente y había encontrado los detalles finales que darían vida a la pieza. Había encontrado a mi personaje, me había vuelto fantasma (ver Imagen 3).

Fotografía de Luis Raúl Chávez Mendoza.

Imagen 3: Personaje en movimiento. Foro de Corpo-Espacio Danza, Xalapa, Veracruz, México. 2022.

Conclusiones

El presente testimonio partió de identificar las influencias que provocaron la creación del unipersonal coreográfico Camino a la tierra de Yomi. A dos años de su estreno, planteo las siguientes conclusiones:

Fuentes consultadas

Anesaki, Masahuru. (1947). Mitología Japonesa Leyendas, mitos y folclore del Japón Antiguo. Amazonia Editorial.

García Villarán, Antonio. (2020, 8 de octubre). ¿Son los Yokai los fantasmas más terroríficos del mundo? [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=CSjS2FcfeEU

Barba, Eugenio y Savarese, Nicola. (1988). Anatomía del actor. Ciudad de México: Gaceta, S.A de C.V

De la Peña Juárez, María Fernanda. (2022). Creaturas, espectros y fantasmas japoneses del periodo Edo. Sus manifestaciones y representaciones en la construcción del miedo como puente intercultural. Bloch. Revista Estudiantil de Historia, 1(4), 38-50. https://revistabloch.uanl.mx/index.php/b/article/view/95

Eliade, Mircea. (1967). Historia de las creencias y de las ideas religiosas. Ediciones Cristiandad.

Eskenion. (2021, 10 de febrero). Huellas en la nieve | Roberta Carreri (1994) Odin Teatret [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=gK7oKmKvvng

Gil Escudier, Elena. (2020). El anime como elemento transcultural: mitología, folclore y tradición a través de la animación. BSAA arte, (86), 413–436. https://doi.org/10.24197/bsaaa.86.2020.413-436

Morales Palencia, Alberto. (2020). Genealogía del mal en Japón: historia,caracteristicas y comparativas del oni [Tesis de licenciatura]. Repositorio Institucional, Biblioteca de la Universidad de Sevilla. https://hdl.handle.net/11441/131753

Reche Peris, Andrea. (2018). Referencias mitológicas sintoístas en la serialidad animada japonesa [Tesis de licenciatura]. Repositorio Institucional, Universidad Politécnica de Valencia. http://hdl.handle.net/10251/116027

Salinger, Jerome. (1978). El guardián entre el centeno. Alianza.

Santa Cruz, Antonio Miguez. (2018). El Kojiki y los mitos del Japón. En Antonio Miguez Santa Cruz, Antonio Miguez y E. Macarena Torralba García (Coords.), Japón en Córdoba: De un paso al otro lado del mundo (pp. 14-24). Asociación Cultural Akiba-Kei y Universidad de Córdoba. https://www.facebook.com/profile/100063533409805/search/?q=Japon%20en%20cordoba%20de%20un%20paso%20al%20otro%20lado%20del%20mundo

Senda, Akihico. (1998). El arte de Tadashi Suzuki. Hojas universitarias, (45-46), 98-103. https://editorial.ucentral.edu.co/ojs_uc/index.php/hojasUniv/article/view/1372

Sotozaki, Haruo. (Dir.). (2020). Kimetsu no Yaiba: Mugen Ressha-hen [Demon Slayer: El tren iunfinito] [Película]. Ufotable.

Vermut, Carlos. (Dir.). (2018). Quién te cantará [Película]. Apaches Entertainment.

Notas

1 Novela del escritor estadounidense J.D. Salinger (título original The Catcher in the Rye, publicada en 1951), cuyo narrador es un adolescente que regresa a su casa tras ser expulsado de la preparatoria.

2 En este trabajo corporal se abordaron tres entidades básicas: muscular, energética e intelectual. Cuando nos referimos a un cuerpo dúctil, se habla entonces de un cuerpo en el que no existe ningún bloqueo ni obstáculo en cualquiera de estas entidades para que pueda vincularse en su totalidad. Lo dúctil, pues, refiere a aquello que no opone resistencia, sino más bien, ayuda a la integración (L.H. Pérez, comunicación personal, 31 de agosto de 2024). En este estado, las acciones ya no se realizan de manera aislada, sino con una integración de todas las partes del cuerpo.

3 Este comentario se encuentra en el minuto 7:53 del registro videográfico Huellas en la nieve | Roberta Carreri (1994) Odin Teatret. YouTube, perfil Eskenion: https://www.youtube.com/watch?v=gK7oKmKvvng