Investigación Teatral. Revista de artes escénicas y perfomatvidad

DOI: 10.25009/it.v13i22.2725

Sección Testimonio

Vol. 13, núm. 22, octubre 2022-marzo 2023

Centro de Estudios, Creación y Documentación de las Artes, Universidad Veracruzana, México

ISSN: impreso 1665-8728 ׀׀ electrónico 2594-0953

 

41 Muestra Nacional de Teatro: experiencias y aprendizajes

41 National Showcase of Theatre: experiences and knowledges

René Alejandro Rodríguez Guzmán*

*Universidad Veracruzana, México. e-mail: rene.rodrigue4@gmail.com 0000-0002-0837-6243

Resumen:

¿Cómo está posicionada la Muestra Nacional de Teatro en México actualmente?, ¿cómo se adaptó la Muestra al año pandémico 2021?, ¿cómo fue la muestra en este año pandémico 2021? El presente testimonio trata de responder a estas preguntas a través de relatos, vivencias, experiencias y aprendizajes que tuve como seleccionado por el estado de Veracruz para la convocatoria Jóvenes a la Muestra durante la 41 Muestra Nacional de Teatro. Se trata del encuentro teatral más importante del país, que se llevó a cabo en la Ciudad de México y en el estado de Morelos, del 25 de noviembre al 4 de diciembre del 2021.

Palabras clave: Virtualidad; mediaturgia; postpandemia; teatro comunitario; teatro penitenciario.

Abstract:

How is the National Theatre Festival (Muestra Nacional de Teatro) positioned in today’s Mexico? How did this Festival adapt to conditions of the pandemic in late 2021? The testimonial article seeks to respond to these and other questions based on the lessons and experiences lived by the author, who was selected to participate on behalf of the state of Veracruz as part of the Youth in the Festival program. The Festival (in Spanish the word “Muestra” literally translates as “Showcase”) is the country’s most important yearly theatre gathering, and the article addresses the edition that took place in Mexico City and in the state of Morelos between November 25 and December 4, 2021.

Keywords: Virtuality; mediaturgia; postpandemic; community theater; prison theater.

Recibido: 24 de enero de 2022   ׀׀   Aceptado: 13 de junio de 2022

Introducción

La 41 Muestra Nacional de Teatro (41 MNT) se realizó del 25 de noviembre al 5 de diciembre del 2021, en Ciudad de México y Morelos; participaron creadores escénicos que presentaron puestas en escena de sus respectivos estados. Además, se organizó una muestra crítica, para personas dedicadas a escribir sobre las puestas en escena, y el programa Jóvenes a la Muestra, en el cual colaboramos 32 jóvenes de distintas entidades mexicanas.

El programa de Jóvenes a la Muestra también incluía la participación en otras actividades, como los Encuentros de Reflexión e Intercambio (ERI), clínicas, puestas en escena, creaciones escénico-digitales, la Feria del Libro Teatral (FELIT) y un laboratorio de creación escénica e imagen digital a cargo de BŪNKER- locus, exclusivo para Jóvenes a la Muestra.

Desarrollo

El 7 de octubre del 2021 fui seleccionado para asistir a la 41 MNT gracias a la convocatoria Jóvenes a la Muestra, la cual busca reunir a jóvenes creadores con una trayectoria de tres años mínimo dentro de la creación escénica, con viáticos incluidos. Desde que leí la convocatoria, quedé fascinado con poder ir; mi idea principal era ver teatro, así como conocer y aprender todo lo que me fuera posible.

En la 41 MNT hubo una serie de actividades: encuentros de reflexión e intercambio, clínicas, puestas en escena y un laboratorio especial dirigido a un grupo denominado Jóvenes a la Muestra en el que tuve la oportunidad de formar parte.

La muestra tuvo momentos y características particulares. En primer lugar, fue la primera celebrada después del confinamiento por la pandemia de Covid-19. Resurgió después de la edición 40 que se celebró en Colima, en 2019; por ello, la veo como un ave fénix. Un segundo punto es que, debido a la incertidumbre pandémica, se organizó con poco tiempo y con mucha prisa. Un tercero, que se expuso un teatro que giraba en torno a la virtualidad, a la mediaturgia y a la edición de creaciones que habían sido pensadas así desde antes de la pandemia. Además, se mostró teatro que se generó durante la pandemia, como las creaciones escénico-digitales y todo espectáculo intencionado para representar un diálogo de interacción en plataformas digitales.

Por último, también se exhibió teatro de postpandemia, es decir, un teatro que se ha nutrido de teatralidades que surgieron a partir de la pandemia y que los creadores escénicos han buscado integrarlas propiamente a su teatralidad.

Experiencias durante la 41 MNT

Una actividad pertinente dentro de la 41 MNT fueron los ERI; con ellos se abrieron espacios de reflexión y análisis sobre las prácticas escenas o sobre algún aspecto de ellas, tales como elementos actorales, dirección, objetos, escenografía, proceso, entre otros.

El primer ERI versó sobre teatro comunitario en México. La mesa estuvo integrada por miembros de la Red Nacional de Teatro Comunitario en México. En este teatro se invita a los participantes a que, de ser espectadores, pasen a ser creadores. Tiene una función social porque fomenta la participación de grupos comunitarios, por ejemplo: llevar lenguas indígenas a la escena, compartir un idioma específico o una cultura particular con distintos grupos comunitarios o tener un interés específico por la comunidad.

Una manifestación de lo anterior es el teatro penitenciario de Jorge Correa; en su conferencia “Memorias de teatro comunitario”, el maestro explicó que es un método de reinserción social, el cual pretende formar y reeducar a personas. Correa menciona que “no se busca formar actores, se busca recuperar a hombres”.

El teatro comunitario busca generar lazos con la comunidad. A través de las exposiciones de los ponentes comprendí que pide realidad social y lleva información de utilidad a diversos tipos de comunidades para que puedan desarrollarse plenamente y reincorporarse a la sociedad.

Respecto a las puestas en escena en la 41 MNT, la Dirección Artística comentó que se seleccionaron 27 presenciales, de alrededor de 400 propuestas que se recibieron. Aunque pude ver alrededor de 17, sólo hablaré a detalle de algunas cuantas: Pollito, El gabinete del maestro Toscano, Jchanultik (Nuestro Nahual), Caneros, Low cost, Yermicidio, reflexión escénica de la maternidad y Homo Box Machina, ensayo escenotécnico sobre el placer.

Pollito inauguró la 41 MNT, en el Teatro Julio Castillo, el jueves 25 de noviembre. Me pareció muy interesante su estética de imágenes, ya que fue una puesta en escena potente, con fotos escénicas a través de sus personajes y una escenografía blanca que funcionaba como pared y piso de la parte de la izquierda de la escena (perspectiva del espectador), área de actuación que delimitaba la escena. Asimismo, identifiqué (no tengo la certeza) que la puesta en escena provino de un laboratorio de creación escénica, ya que se notaba una dramaturgia colectiva, un trabajo de laboratorio-taller, en donde probablemente todo el equipo de actores exploró y propuso una dramaturgia propia.

El sábado 27 de noviembre se presentó, en el lobby del Teatro Julio Castillo, El gabinete del maestro Toscano, que hablaba sobre la vida de Ignacio Toscano a través de personajes que estaban haciendo una rifa de sus pertenencias. Los personajes ponían a la venta pertenencias de Toscano y explicaban pequeños fragmentos de su vida en general. Lo interesante de esta obra fue que rompía la cuarta pared y hacía que el espectador interactuara con los personajes. Para ello, utilizaba actores que, aunque al principio estaban sentados como espectadores y reaccionaban como tales, luego se paraban e interactuaban con el resto del elenco, integrándose a la ficción. Por ejemplo, en medio de la obra, dos mujeres se levantaron y se colocaron en las esquinas del espacio ficcional, empezando a hablar con un sentido de falsía. No sé si fue voluntario, para que el resto se diera cuenta de que ellas no eran espectadoras, sino personajes dentro de la obra, o si en realidad sus textos eran inverosímiles como tal. Sin embargo, otro ejemplo también sería cuando un personaje ponía a la venta algún objeto y pedía a cambio el mejor paso de baile, pues los personajes que estaban escondidos entre el público participaban como si fueran parte de la audiencia y sin que el resto de la asistencia real se diera cuenta de que eran actores.

El 28 de noviembre, en el escenario comunitario, se presentó Jchanultik (nuestro nahual), obra hablada en náhuatl que muestra la situación social en Chiapas, los trabajadores de campo, sus problemas económicos y los vicios que tienen, como el alcohol. Aunque toda la puesta estaba en una lengua indígena, a través del hermoso paisaje escénico uno podía entender las conductas de los personajes, las acciones y las intenciones.

En esta puesta era clara la ambientación, la ropa, la costumbre y la estética. Los actores eran personas que hacían teatro comunitario; por esa razón, se justificaba que fueran muy jóvenes para representar conductas y comportamientos de gente de más edad. Como observación, hubiera sido pertinente tener un traductor al español para favorecer al entendimiento de la ficción.

Ese mismo día, en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky, vi Caneros, con la compañía Iguana Roja, del estado de Sinaloa, y con dos actores de la Compañía Nacional de Teatro (Luis Rábago y José Carlos Rodríguez). Fue una obra escrita y dirigida por Ramón Gómez Polo, ex alumno de Jorge Correa, autor y exponente del teatro penitenciario.

La puesta en escena presenta una cárcel donde unos presos hablan sobre la importancia de hacer teatro como una manera de reinserción social. Retrata cómo es la vida en la prisión o, por lo menos, de las personas que deciden hacer teatro dentro de ella como forma de vivir. Son cinco personajes, cada uno con una razón distinta por la que entró a la prisión, así como un distinto periodo de permanencia dentro de ella, y poco a poco se empieza a saber la historia de cada uno de ellos.

¿Cuál es la experiencia que tiene uno en prisión? Caneros muestra cómo hacer de la vida del preso una experiencia lúdica, como una posibilidad de pasarla bien, y, desde una visión humana, apreciar la sensación de quienes están privados de su libertad. Respecto al diseño escénico, se plantea un escenario, un vestuario y actuaciones realistas.

El lunes 29 de noviembre en el Teatro Julio Castillo, vi Low Cost, paisaje escénico sobre la crisis climática, puesta en escena con elementos de mediaturgia, donde la intención era generar una reflexión en las personas para replantearse cómo queremos que sean los modos de vida del mundo actual. Aunque se dio un enfoque en la crisis climática, lo innovador fue el contarlo a través de sonidos y de una pantalla digital, con datos científicos y datos históricos, así como con actores en modo presencial. Es decir, el combinar elementos performativos, mediatúrgicos y escénicos teatrales, de tal forma que su carácter llegó a ser híbrido (virtual y presencial). Además, tuvo un carácter interdisciplinario porque mostró una mezcla de varios lenguajes, como el teatral, el dancístico, el plástico, el musical, el de la edición y el multimedia.

El primero de diciembre, en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky, vi Yermicidio, reflexión escénica de la maternidad. La obra trata sobre una mujer que es madre y actriz con poco reconocimiento. Al inicio de la obra, el personaje está en la plataforma de videoconferencias Zoom; se le puede observar con una computadora y, atrás de ella, una pantalla que refleja cómo se está viendo en la videoconferencia, sus expresiones, matices, etcétera. El personaje discute que está cansada de ser excluida, junto con su hijo. Una cuestión llamativa es que la actriz hace partícipe al espectador en el momento en el que lanza un látigo de tejido; así, el espectador también reflexiona y comunica quién ha sido su madre. La obra se desarrolla sobre la idea de la mujer que cría y de la persona que ha sido criada, con lo que evidencia la violencia a la que se enfrentan las madres. Aparte de buscar la integración activa del espectador, también tiene aspectos mediatúrgicos que posibilitan el funcionamiento de la ficción.

Ese mismo día también se presentó, en el Teatro Julio Castillo, la puesta en escena Homo Box Machina, ensayo escenotécnico sobre el placer. Es un espectáculo escénico, mediatúrgico, interdisciplinario e innovador, que habla sobre el oficio y la labor del técnico escénico, con lo que busca dignificar su profesión. Asimismo, integra sonidos, colores, digitalidad y le da al espectador la posibilidad de ser guiado por una sensorialidad que, desde la propuesta escénica, busca llegar al placer a través de recursos interdisciplinarios, estéticos y visuales. En algún momento, durante el espectáculo se proyecta un texto con una invitación a los espectadores para que cierren los ojos. Seguí la indicación, pero se me cruzó la duda de cómo iba a saber cuándo abrirlos; eso me causó preocupación, pero decidí confiar en la puesta en escena y dejarme guiar. Al final, a través de su sonoridad e iluminación se nos indicó cuándo hacerlo.

Otra cuestión que identifico como logro de los creadores es que al final del espectáculo se mostraba cómo el técnico intervenía en la escenografía y en los elementos escenotécnicos, pero la ficción continuaba. Así, aunque ya se había terminado el aspecto digital y metiatúrgico, todavía se apreciaba la labor humana a través de la iluminación. En otras palabras, si bien el oscuro y la ambientación “teatral” había desaparecido, aún continuaba la delimitación del escenario y del público por medio de una atmósfera de luz clara, y ya después las luces generales dieron pie para que el espectador se retirara del teatro.

Al final de la función, el codirector habló con el equipo de Jóvenes a la Muestra. Nos comentó que la idea de dignificar al técnico escénico surgió en 2019. Un compañero le hizo una pregunta respecto a que si su montaje había sufrido alguna modificación por la pandemia. Él respondió que no, que ya habían pensado que el espectáculo fuera con esos recursos tecnológicos. Al escuchar esto, identifiqué que había creadores escénicos desde antes de 2019 que ya estaban pensando y creando producciones teatrales en torno a la virtualidad, lo digital, la mediaturgia, etcétera. 

Laboratorio de creación escénica e imagen digital a cargo de BŪNKER- locus

En la convocatoria de Jóvenes a la Muestra estaba estipulado que los seleccionados participáramos en un laboratorio de creación escénica e imagen digital a cargo de BŪNKER- locus, plataforma de investigación escénica de Luis Conde y Auda Caraza, ambos escenógrafos por la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT).

Durante las primeras sesiones virtuales se especificó que el laboratorio giraría en torno a los conceptos antropología de la imagen, documentación en el teatro, mediaturgia y performatividad digital; asimismo, se precisó que el trabajo no giraría en torno a generar producciones escénicas enfocadas a la mimesis aristotélica, sino a creaciones que generaran relaciones personales con respecto a nosotros mismos, a nuestros familiares, amigos y comunidad de origen. La propuesta del laboratorio era hacer contacto con la comunidad, con los lugares y las personas que tienen que ver con nuestro territorio de origen, que la dramaturgia deviniera en mediaturgia.

El tipo de teatro que trabajaríamos sería el que imagináramos a partir de nuestras necesidades; teníamos que usar la imagen en términos gráficos, audiovisuales y vivos. Se hablaba de intertextualidad, liminalidad de medios y la interfaz que existe entre los diversos dispositivos; por poner un ejemplo, dentro de la interfaz existe la cámara, el procesador, quizá la música en vivo, quizá un libro, una lectura, y dentro de esos elementos hay un vínculo que los relaciona y los hace uno. La interfaz es un dispositivo capaz de transformar las señales no sólo tecnológicas, sino que también puede entenderse como analogía de lo que sucede entre dos espacios arquitectónicos o como una manera de producir sentido entre dos agentes.

El equipo de BŪNKER- locus dio a conocer cómo sería el ejercicio final del laboratorio, el cual se dividiría en siete pasos:

  1. La introducción sobre un texto mío. A BŪNKER- locus le habían llamado la atención los cuestionamientos de vida que me hacía en mi texto en primera persona, así que me solicitaron empezar la presentación con él.
  2. A través del cuerpo, la imagen y el texto, nombrar mapas y cartografías de nuestra comunidad. El producto sería la fusión de una acción con la cartografía personal que cada quien producía con su collage de mapas y textos.
  3. En esta parte de la presentación, interactuar con nosotros mismos y con el espectador que desease expectar a cada uno de los compañeros; así, evocábamos la actividad que se nos dejó desde las reuniones virtuales, de tal forma que decíamos, por ejemplo, “de niño viví en muchas casas”, debido a que se nos pidió eliminar de nuestros textos el “me acuerdo que”. Sólo quedaba la acción concreta que recordábamos y evocábamos.
  4. Las exposiciones de seis compañeros que, por voluntad propia, hablaran sobre las imágenes personales de cada uno. En esta parte pude comentar el yo mismo, así como la unión de subjetividades, que pueden ser diferentes y, a la vez, conjugarse e interconectarse al compartir deseos y metas.
  5. La madeja. Comprendía siete relatos que BŪNKER- locus seleccionó, de tal forma que los autores debían proponer una escena propia en la cual todos pudiéramos interactuar con él o ella. Esta sección iba en orden, de uno por uno.
  6. Una persona de la comunidad elige una categoría (videollamada por Zoom, foto o WhatsApp). Esta sección consistía en que nosotros, desde el espacio en el que estábamos, pudiésemos hacer interconectividad con alguna persona de nuestra comunidad por medio de la digitalidad, con el objetivo de vernos y conversar (esta actividad no se realizó por cuestiones de organización, tiempo y logística).
  7. Los participantes teníamos que relacionarnos con el público y hacerles preguntas sobre su comunidad. Mi deber era hacer la última pregunta, por lo que debía de estar atento a ver quién era el último compañero que preguntaba. Al final no se hizo eso, sino que nos sentamos y le pedimos al público que se sentara con nosotros y formamos un círculo entre todos. Ahí, cada quien preguntaba y los espectadores respondían. Cuando me tocó, hice un cuestionamiento sobre cómo concebía a mi comunidad; por último, pregunté si en verdad cada uno de nosotros pertenecía a alguna comunidad y si estábamos de acuerdo con ello.

La presentación fue en el salón de escenografía del Centro Cultural del Bosque, el último día de la 41 MNT, el sábado 4 de diciembre.

El aprendizaje del laboratorio ha sido significativo, debido a que pude vivir, aunque fuera un poco, lo que es la intertextualidad, la transmedialidad, la mediaturgia y la antropología de la imagen. Así, me hice una de las preguntas más importantes en todo este proceso de la Muestra Nacional de Teatro, la cual trata sobre el surgimiento de un sinfín de teatralidades y de cómo todas ellas nos pueden funcionar de diversa manera en el quehacer del creador escénico contemporáneo.

Los temas abordados con el equipo de BŪNKER- locus me sirvieron para mirar las puestas en escena de la MNT, como Yermicidio, en donde la actriz usaba como recurso la plataforma Zoom, y Homo box machina, en donde pude ver el uso de la pantalla para crear ambientes para la ficción. Me doy cuenta de que el creador escénico usa diversos recursos para su labor creativa y que la digitalidad se une a la actuación y su unificación de la propuesta escénica. Aprendí a ver la puesta en escena como un todo unificado, no como elementos que se separan y tienen directrices diferentes.

Conclusiones

La MMT ofrece una gran oportunidad en varios aspectos: en principio, en la formación de los espectadores y de los propios creadores escénicos al poder ver lo que hacen otros creadores, así como convivir en los ERI y participar en las clínicas.

Al ver las puestas en escena, el espectador de teatro (creador escénico, participante, joven a la muestra, investigador o público no conocedor de teatro) puede apreciar la cultura de un estado determinado, un lenguaje y diferentes formas de hablar; así, la oportunidad que ofrece la MNT es reunir una gama de creadores escénicos, compañías de teatro, jóvenes a la muestra, críticos, personal operativo y trabajadores de la Coordinación Nacional de Teatro, para asistir, ver, hacer y reflexionar sobre un encuentro de culturas.

Jóvenes a la Muestra tiene la ventaja de que los seleccionados tienen que ver todo el repertorio escénico y asistir a todas las actividades. Ello favorece su aprendizaje debido a que pueden conocer diferentes perspectivas de teatro y diversas visiones de dramaturgia, de dirección, de actuación, de convenciones, de perspectivas de vida, de conductas, entre otros.

Quizá, el mayor aprendizaje que obtuve de la convocatoria de Jóvenes a la Muestra fue conocer, convivir y aprender de los compañeros de otros estados. Lo primero que hice al conocerlos fue preguntarles sobre el estado del teatro en sus respectivos lugares, sobre cómo funcionaba la producción, cuánto y cómo se movía, dónde estudiaron, además de lo que hacían profesionalmente.

Obtuve respuestas que me alegraron y otras que me despertaron más incógnitas; también obtuve respuestas que me conmovieron, como hacer teatro en primeras infancias, ganar convocatorias y estímulos en estados con poca producción teatral, gestionar el propio trabajo y el de otros. Eso me hizo notar que el teatro está vivo, que los creadores son personas con ganas de compartir, de jugar, de sopesar, de resistir, de vivir… de hacer teatro. Sin embargo, el mayor aprendizaje fue hablar con ellos, convivir con cada uno de los y las jóvenes a la muestra; ello despertó en mí unas ganas profundas de movilizarme a sus estados, de ver su teatro, de compartirles un poco de lo que yo hago, de llevarles teatro de Xalapa, de Veracruz, de quedarme en sus lugares una temporada para colaborar en algo, para conocer su teatro, para empaparme de su cultura y ampliar mi aprendizaje para escribir, para dirigir, para actuar.

Otra labor importante de la convocatoria de Jóvenes a la Muestra es que se busca descentralizar el conocimiento, de tal forma que se nos ha pedido escribir, difundir y compartir el conocimiento generado en la MNT y llevarlo a nuestras comunidades de origen. Esta es una actividad muy valiosa debido a que el conocimiento sobre el teatro debe de compartirse a la sociedad; si no existiera eso, no tendría sentido leer, ver y hacer teatro. El teatro mexicano actual debe de moverse a todos los estados de México, para que los creadores escénicos y las personas interesadas podamos ver, leer, aprender, dialogar y hacer comunidad.

La 41 MNT ha sido significativa para mí debido a que me abrió de manera extensa el panorama sobre lo que es el teatro mexicano actual, las sensibilidades y entendimientos de los estados, sus formas de pensamientos, sus circunstancias sociales y toda la gama extensa de lo que es México.

La experiencia teatral se va adquiriendo con el tiempo, con la lectura, con la expectación y con la propia creación escénica; en otras palabras, uno debe de seguir leyendo teatro, viendo teatro y haciendo teatro. La Muestra ha despertado esos deseos en mí, deseos de poder conocer a lo largo de mi vida todo lo que me sea posible de las artes escénicas teatrales.

¿Qué inquietudes me detonó la 41 MNT? Considero que el mayor cuestionamiento ha sido cómo era el teatro antes de la pandemia, ahora en pandemia y en un futuro en postpandemia. Esto me lleva a hacerme las siguientes preguntas: ¿Cómo es el teatro actual?, ¿cómo será el teatro del futuro? El actual lo estamos haciendo, como se vio en esta 41 MNT. ¿El del futuro? Descubrámoslo.

Fuentes consultadas

Correa, Jorge. “Memorias de Teatro Comunitario en México”. 41 Muestra Nacional de Teatro. Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, 26 de noviembre del 2021, hotel NH Zona Rosa, Ciudad de México. Conferencia. 

Datos de las obras mencionadas

Caneros de Ramón Gómez Polo. Dirigida por Ramón Gómez Polo, 41 Muestra Nacional de Teatro, 28 de noviembre del 2021, Teatro el Galeón Abraham Oceransky, Centro Cultural del Bosque.

El gabinete del maestro Toscano. Dirigida por Claudio Valdés Kuri, Muestra Nacional de Teatro, 27 de noviembre del 2021, lobby del Teatro Julio Castillo, Centro Cultural del Bosque.

Homo Box Machina, ensayo escenotécnico sobre el placer de Diego Álvarez Robledo, Edén Coronado, Shaday Larios, Ángel Hernández y Xandra Orive. Dirigida por Daniel Primo y Caín Colorado, 28 de noviembre del 2021, Teatro Julio Castillo, Centro Cultural del Bosque.

Jchanultik (Nuestro Nahual) de creación colectiva. Dirigida por Martín Raymundo Hernández, 41 Muestra Nacional de Teatro, 28 de noviembre del 2021, escenario comunitario, Centro Cultural del Bosque.

Low Cost, paisaje escénico sobre la crisis climática de Laura Uribe. Dirigida por Laura Uribe, 41 Muestra Nacional de Teatro, 29 de noviembre del 2021, Teatro Julio Castillo, Centro Cultural del Bosque.

Pollito, de Talia Yael. Dirigida por Micaela Gramajo, 41 Muestra Nacional de Teatro, 26 de noviembre del 2021. Teatro Julio Castillo, Centro Cultural del Bosque. 

Yermicidio, reflexión escénica de la maternidad de Mireya Álvarez. Dirigida por Mireya Álvarez, 41 Muestra Nacional de Teatro, 1 de diciembre del 2021, Teatro el Galeón Abraham Oceransky, Centro Cultural del Bosque.