Investigación Teatral. Revista de artes escénicas y perfomatvidad

DOI: 10.25009/it.v13i21.2706

Sección Testimonio

Vol. 13, núm. 21, abril-septiembre 2022

Centro de Estudios, Creación y Documentación de las Artes, Universidad Veracruzana, México

ISSN: impreso 1665-8728 ׀׀ electrónico 2594-0953

Promoción de lectura para estudiantes de la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana

Promoting Reading Skills to Dance Students of the Veracruzana University

Astrid del Carmen Hernández Aguilar*

*Universidad Veracruzana, México, e-mail: pastrid75@gmail.com

Resumen:

De noviembre de 2020 a febrero de 2021 se realizó un taller en modalidad virtual dirigido a estudiantes de danza contemporánea de la Universidad Veracruzana, con el objetivo de promover la lectura como herramienta útil para su quehacer. El presente testimonio da cuenta de la experiencia, obstáculos y aprendizajes obtenidos en dicho taller tanto por el grupo que conformó la intervención como por la promotora de lectura en formación.

Palabras clave: lectura; danza; promoción; universidad; educación; artes escénicas.

Abstract:

Between November 2020 and February 2021, students of the Veracruzana University’s Department of Contemporary Dance were offered a virtual course to promote reading as a tool to support their academic activities. This testimony relates the experience, obstacles and insights gained during this project, both by students and the teacher-in-formation of reading promotion.

Keywords: reading; dance; promotion college; education; performing arts.

Recibido: 10 de agosto de 2021   ׀׀   Aceptado: 19 de enero de 2022

Introducción

Fundada el 2 de octubre de 1974, la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV) fue la primera, a nivel nacional, en ofrecer el título de licenciatura; por ello, es pionera en la profesionalización de la danza contemporánea. Desde sus orígenes, en sus planes de estudio ha contemplado experiencias educativas teóricas que incluyen las exigencias propias de una carrera de artes escénicas. Sin embargo, se ha detectado que la lectura no es una práctica frecuente entre sus estudiantes. Conviene aclarar que algunos alumnos que provienen de otras carreras, especialmente del área de humanidades, tienden a leer más que sus compañeros. También hay quienes provienen de una familia que procuró su hábito lector, pero son los menos.

Con la intención de probar que la lectura puede ser una herramienta útil y placentera para los futuros profesionales de la danza, se propuso un taller de lectura que, debido a la pandemia por Covid-19, se llevó a cabo en modalidad virtual. Esta intervención forma parte de las estrategias que conforman el proyecto personal realizado como estudiante de la Especialización en Promoción de la Lectura de la UV. Dicho posgrado tiene, como objetivo principal, la formación de especialistas con herramientas teóricas y metodológicas que puedan contribuir al desarrollo de la lectura. A continuación, se presentan los aspectos más relevantes de la intervención.

Antecedentes

Existen estudios internacionales de casos exitosos en los que se han vinculado danza y literatura para incentivar y mejorar hábitos de lectura y escritura (Jusslin y Höglund, 2020). En años recientes también hubo dos intervenciones dirigidas a la población estudiantil de danza de la UV.
El primero de ellos, Danzas literarias, de Pedraza Nambo (2018), tuvo como objetivo la promoción de la lectura entre estudiantes de nivel propedéutico (ahora nivel técnico) y licenciatura de la Facultad de Danza. Las estrategias planteadas para lograr su propósito fueron lectura en voz alta, lectura en atril, lectura en silencio, así como proyección de imágenes y videos para complementar. Resalta el interés de Pedraza Nambo para que, al compartir textos literarios con los estudiantes, estos hallaran una fuente más para la inspiración de creaciones coreográficas. Su intervención también tenía el propósito de contribuir a la ampliación del bagaje cultural de los estudiantes de danza de la UV.

Otro de los trabajos consultados para la elaboración de este proyecto de intervención es el de Luna Larios (2019). Su objetivo era promover la lectura por placer entre los estudiantes de la facultad, así como suscitar la reflexión entre los mismos acerca de su quehacer dancístico. Para ello, implementó un taller de lectura dialogada. Cada sesión estuvo guiada por tres actividades principales: (a) la lectura de textos literarios, (b) el diálogo acerca de las lecturas, y (c) escritura por parte de los estudiantes. También recurrió a entrevistas y cuestionarios diagnósticos para la recopilación de información.

Como uno de los principales obstáculos de la intervención, Luna Larios identificó la interrupción de la misma. Esto fue ocasionado por el período vacacional y porque, al concluir este, los participantes estaban enfocados en la preparación de su examen de ingreso a la licenciatura. Lo anterior consumía la mayor parte de su tiempo y, por eso, según el autor, el taller de lectura tuvo que finalizar. También indica que los textos de mayor complejidad provocaron reacciones menos favorables entre el grupo. De acuerdo con sus resultados, hay una relación entre el entusiasmo que puede generar un texto y el nivel de comprensión del mismo. De todas formas, insiste en que el factor más determinante fue la asistencia.

El taller

Esta intervención contó con la aprobación de la directora de la Facultad de Danza, la doctora Nahomi Bonilla Sainz, quien apoyó en la difusión de la convocatoria y permitió que esta se compartiera en las redes sociales de la institución. Como se mencionó, las sesiones se llevaron a cabo de manera virtual a través de la plataforma Zoom. Este fue el primero de los cambios que se realizaron a la propuesta inicial, la cual contemplaba la integración de ejercicios de improvisación que quedaron descartados.

A lo largo del taller, continuamente se realizaron ajustes de fechas y horarios para cada sesión. Esto tuvo la intención de contar con la asistencia de la mayoría de las participantes. Como parte de la estrategia general de intervención, se diseñó una cartografía lectora para la cual se eligieron textos que mostraran la amplitud de géneros literarios mediante los cuales se puede establecer una relación con la danza. La intención también era diversificar las lecturas y que trataran temas relacionados con danza, cuerpo, movimiento o arte en general. Debido a la duración de las sesiones y del taller, se leyeron en su mayoría poemas y cuentos. Todos los textos se escanearon y se enviaron en formato PDF al correo personal de cada participante.

La dinámica de las sesiones era usualmente la misma: se daba la bienvenida a las participantes, se introducía al texto que correspondiera y se proporcionaba información sobre las autoras o autores, se leía grupalmente en voz alta y se procedía al diálogo, casi siempre a partir de preguntas previamente elaboradas. En algunas ocasiones se realizaban ejercicios sencillos de redacción. Además de textos, en la mayoría de las sesiones se recurrió a materiales audiovisuales para facilitar y complementar la experiencia lectora.

Breve caracterización del grupo de participantes

A partir de la difusión del cartel de la convocatoria, 14 personas pidieron informes, todas pertenecientes al género femenino. Diez de ellas se inscribieron, pero únicamente ocho asistieron a las sesiones, algunas con mayor regularidad que otras. La pluralidad del grupo era evidente no solo por pertenecer a distintas generaciones y a diferentes rangos de edad (la menor de las participantes tenía 17 años y la mayor 32), sino por provenir de contextos diversos, mismos que se reflejaban en su percepción de la danza, de la lectura y de la literatura.

También se diferenciaban en los motivos por los cuales habían decidido inscribirse al taller. La mayoría tenía interés por abordar la danza desde otra perspectiva. Algunas, que me conocían por haber estudiado en la facultad y por participar en foros, charlas y coloquios sobre danza, tenían curiosidad por saber cuáles eran mis referentes literarios y sentían afinidad por mi forma de pensar. Otras querían retomar el hábito de la lectura, cuya práctica veían disminuida desde que ingresaron a la facultad. Había quienes sí acostumbraban leer de manera frecuente y por voluntad propia, pero querían ampliar su acervo literario.

Cinco de ellas habían cursado la licenciatura en otras carreras, pero solo dos habían concluido sus estudios. Las dos integrantes más jóvenes cursaban el primer año del nivel técnico y una de ellas aún estudiaba el bachillerato. Casi todas se estaban especializando (o tenían la intención de hacerlo) en el perfil de intérprete, a excepción de dos de ellas. La primera, quien fue una participante destacada no sólo por tener el mayor número de asistencias y actividades realizadas, sino por la evolución de sus comentarios y reflexiones, estaba cursando el perfil de danza educativa. La segunda, cuyo nivel de asistencia fue menor, se encontraba concluyendo la licenciatura en Letras Españolas, también en la UV, y manifestó su deseo de dedicarse a la investigación de danza. Ambas coincidían en la importancia de integrar a su quehacer dancístico prácticas más asociadas a lo teórico, como la lectura.

Obstáculos

Las inasistencias fueron la principal dificultad para el desarrollo del taller. Los principales motivos para que esto ocurriera, de acuerdo con los comentarios de las participantes, fueron la fatiga virtual y las fallas tecnológicas. Entre estas últimas se identificaron mala o nula conexión a internet, la falta de un dispositivo electrónico con lo necesario para conectarse (computadora, laptop, tablet o celular) y que no hubiera luz en sus viviendas.

La primera sesión contó con el mayor número de asistencias (ocho participantes). No hubo otra sesión en la que se contara con tantas participantes; de hecho, el número descendió hasta que, en las últimas tres sesiones, solo se conectaron dos personas. En la sesión siete hubo solo una. Siempre se enviaba un correo a las estudiantes para que confirmaran su asistencia y corroborando que aún estaban en posibilidades de reunirse en el horario establecido previamente. Se reiteraba la posibilidad de realizar un ajuste a fechas y horas de las sesiones, en caso de que la mayoría no pudiera presentarse. Sin embargo, eran pocas las que respondían a los mensajes.

En varias ocasiones, debido a la incertidumbre por la inasistencia de las estudiantes, se les enviaba un correo para preguntar si todo estaba en orden, pero no se obtenía respuesta. Sin embargo, al realizar las entrevistas finales, algunas confesaron que, además de los motivos de inasistencia expresados en sus mensajes, les avergonzaba no haber leído el texto acordado para comentar en la sesión. Esto último a pesar de que se les animó explícitamente a conectarse a las reuniones, aunque no hubieran leído, pues en todas las sesiones hubo lectura grupal en voz alta.

Reflexiones y recomendaciones

Actualmente, la Consejería Estudiantil de la Facultad de Danza convocó a los alumnos a formar comunidad a través de la formación de distintos clubes. Una de las participantes del taller propuso la creación de un club de lectura dirigido por los estudiantes, para lo cual solicitó una charla entre los interesados y yo. Todo esto con la finalidad de hacer recomendaciones a partir de la experiencia del taller y de lo que compartieron las participantes en entrevistas finales.

Aunque la decisión de hacer un taller en modalidad virtual se debió únicamente a las circunstancias, este fue el principal obstáculo que las participantes identificaron para el aprovechamiento del mismo. Todas manifestaron el deseo de tomar otro taller similar en modalidad presencial. Sin embargo, se recomienda que quien desee realizar una intervención similar a través de plataformas virtuales considere invertir en la adquisición de un buen equipo de cómputo y de sonido. El uso de distintos materiales auditivos y sonoros demostró ser una herramienta útil para captar la atención e interés de las participantes y para demostrar que la lectura no es una actividad reservada para los textos e, incluso, que estos pueden tener un fin práctico en la escena.

De acuerdo con mi experiencia como egresada de la Facultad de Danza y también atendiendo a los comentarios de las participantes, es una constante que los estudiantes abandonen talleres o actividades extracurriculares que, aunque estén relacionadas con sus clases o práctica escénica, no son de carácter obligatorio, en el sentido de que no hay repercusiones en sus calificaciones. Ejemplos concretos son las clases de pilates –se ofertaban en el gimnasio acondicionado para ese tipo de entrenamiento–, un taller gratuito de danza terapia impartido por una egresada de la Facultad de Danza UV, dos intervenciones de lectura anteriores a esta y un brevísimo curso gratuito de nutrición en el que la nutrióloga, también egresada de danza, ofrecía un plan de alimentación personalizado, así como seguimiento por dos meses a quienes se animaran a participar. A este último llegaron únicamente cuatro personas.

¿Por qué pocos estudiantes muestran interés? ¿Por qué los que se inscriben dejan de asistir? En el caso de este taller, hay varias respuestas para ambas preguntas. Se mencionó que todas las personas que pidieron informes y se inscribieron fueron mujeres. La mitad de ellas admitió que uno de sus motivos para tomar el taller era la persona encargada de impartirlo. Esto se debía a dos razones:

  1. Ubicaban a la tallerista como egresada de la facultad que, en su etapa de estudiante, participaba en foros y charlas y les agradaba su manera de expresarse, por lo que imaginaban que el taller sería interesante y divertido.
  2. Conocían la postura antipatriarcal de la tallerista, debido a sus publicaciones en redes sociales (Facebook e Instagram), lo que generaba curiosidad por conocer cuáles eran sus referentes literarios y si estos tenían relación con su forma de pensar.

El hecho de que cuatro participantes estuvieran familiarizadas con la actividad en redes de la tallerista tuvo la ventaja de que se animaran a formar parte del proyecto por identificar ciertas afinidades con su visión de la danza y del feminismo. Sin embargo, también pudo haber desalentado a la población estudiantil masculina. A las estudiantes les entusiasmó desde la primera sesión descubrir que todo el grupo estaba conformado por mujeres y que en mayor o menor medida tenían inquietudes sobre perspectiva de género, sin necesariamente asumirse feministas de ningún tipo. Esto facilitó la creación de un ambiente de confianza, donde cualquier reacción emotiva estaba permitida y era reconocida, un espacio en el que podían expresarse sin censura alguna e, incluso, pedir asesoría informal para realizar algunos trabajos escritos que debían entregar en algunas de sus materias.

Por otra parte, esto permite cuestionarse si otro de los prejuicios sobre la lectura es que se trata de una actividad fácilmente asociada a lo femenino, en el sentido de que convencionalmente prevalece una idea de que las mujeres son más tranquilas, pasivas e incluso calladas. Al inicio de este trabajo, se planteó que quizá lo que generaba distancia entre personas que ejercían una actividad cuya fortaleza era el trabajo práctico, físico y corporal era que no consideraban evidente la relación con actividades como la lectura, que está vinculada al trabajo teórico, intelectual o mental. Por este motivo, dos egresadas de la Facultad de Danza, a quienes se les compartió el desarrollo de este proyecto, sugirieron que para futuras intervenciones se organicen charlas con profesionales de la danza que tengan una opinión favorable sobre la lectura y puedan compartir cómo se ha relacionado con su quehacer práctico.

Así como no hay una sola manera de bailar, no hay una sola forma de leer. Mientras que el aprendizaje y la práctica de la danza, profesional o no, se realiza en compañía de otras personas, usualmente la lectura es una actividad que se lleva a cabo en soledad, de manera individual. Para las participantes que estaban menos habituadas a leer, las desmotivaba hacerlo por su cuenta. Por eso se concluyó que son sumamente necesarios espacios donde se lean en conjunto o donde se acuerde leer el mismo material y que se comente con otras personas. El acompañamiento y la socialización demostraron ser factores importantes en la motivación para asistir al taller y para expresar puntos de vista. Prueba de ello es que algunos de los textos preferidos por las participantes fueron leídos en las sesiones más concurridas.

Por otro lado, ¿cómo motivar a personas que no tienen referentes de la persona que llevará a cabo una intervención de lectura? Posiblemente compartiendo la selección de textos que se pretende a abordar, así como la dinámica de las sesiones. En este punto, es importante hacer énfasis en que los textos deben estar vinculados con la danza, ya sea porque la traten como una temática central o porque existe la posibilidad de reflexionar sobre la práctica de este arte que, como se ha dicho antes, también tiene una dimensión social, política, institucional e histórica.

Otra recomendación es recurrir al apoyo de los docentes de la Facultad de Danza. De hecho, las dos participantes más jóvenes, estudiantes del nivel técnico, se animaron también cuando dos de sus profesoras recomendaron a su grupo que tomaran el taller. Cabe señalar que estas profesoras ocupan textos para apoyar a sus materias, que están principalmente enfocados al entrenamiento corporal e interpretativo. También es necesario apuntar que los textos sobre danza que las alumnas afirmaron conocer, antes de tomar el taller, fueron leídos para la clase de Taller de Orígenes de la Danza y el Movimiento, experiencia educativa a cargo de una de las profesoras aquí mencionadas.

Es evidente que los docentes pueden ejercer una enorme influencia en sus estudiantes, por lo que quizá convenga dirigir también una intervención de lectura enfocada a profesores de danza. Al plantear el taller de lectura a la directora Bonilla Sainz, ella preguntó si los docentes podrían tomarlo, idea que no se llevó a cabo porque había la instrucción de delimitar el proyecto de intervención.

Fue un acierto elegir textos que abordaran danza, arte y cuerpo porque captaron la atención de las participantes. Aunque en general apreciaron la variedad de géneros, una de las estudiantes recomendó una organización diferente de los textos y que tanto la extensión de estos como su complejidad fuera progresiva al avanzar el taller. Faltó incluir el formato de audiolibro.

Otra recomendación para mejorar las actitudes hacia la lectura fue recalcar, en cada sesión, que la experiencia de leer textos no sustituye a la práctica física y las sensaciones corporales, sino que pueden enriquecerse mutuamente. Esto contribuyó a que las participantes amplificaran su percepción de lectura, literatura y danza. Hay que insistir en que es necesario incentivar la lectura, no sólo de textos, no sólo de libros, no sólo de literatura.

Aunque la opinión del grupo respecto al taller fue favorable, hubo participantes que, al concluir este, se mostraron más entusiasmadas por los resultados. Dos meses después de finalizar el taller, una de ellas invitó a la autora de este trabajo a dar una charla sobre danza y literatura como parte de los eventos organizados por la facultad para celebrar el Día Internacional de la Danza. La misma participante ha sugerido la creación de un club de lectura y propuso que se conversara con la tallerista para organizar esta iniciativa que se suma a otras inquietudes de los estudiantes que tienen interés por fortalecer las relaciones entre la comunidad estudiantil de danza de la UV. Es decir, al menos una de las participantes considera a la lectura como un medio para conseguir otros fines y como una actividad que se puede compartir con otras personas con objetivos e intereses en común.

Fuentes consultadas

Jusslin Sofia y Heidi Höglund. “Arts-based responses to teaching poetry: a literature review of dance and visual arts in poetry education”. Research in dance education, vol. 22, núm. 3, 2021, 250-268 pp.

Luna Larios, R. C. Leer la danza: lectura literaria para contribuir a la reflexión en torno a la danza. Trabajo recepcional de Especialización en Promoción de la Lectura, Universidad Veracruzana, 2019.

Pedraza Nambo, T. A. Danzas literarias: hacer de la literatura un oasis para la Imaginación. Trabajo recepcional de Especialización en Promoción de la Lectura, Universidad Veracruzana, 2018.